Microcréditos: qué son y cómo funcionan
Ante la necesidad de conseguir financiación, muchas personas particulares, o incluso pequeñas empresas o emprendedores, deben recurrir a otras opciones más allá de los préstamos o créditos tradicionales, al denegarse su petición de solicitud de dinero ante las entidades bancarias.
Por ello, en ciertas ocasiones se decantan por solicitar microcréditos. Una solución para conseguir financiación más rápida y ágil , pero a la vez mucho más costosa.
A continuación, desde Cetelem, te explicamos qué son y cómo funcionan. ¡Adelante!
¿Qué es un microcrédito?
Los microcréditos son ‘préstamos’ que las empresas que los gestionan aceptan, de forma casi instantánea, y en los que se solicitan pequeñas cantidades de dinero.
Normalmente los máximos a solicitar pueden oscilar entre los 500 y los 1000 euros, aunque algunas empresas han aumentado los límites hasta más allá de los 5000 euros, eso sí modificando los requisitos para la concesión.
En cuanto a los plazos de devolución también suelen ser a muy corto plazo, variando entre los 30 a los 45 días. Pero, al igual que en la cantidad máxima a prestar, estos plazos también se han aumentado sujetos a ciertas condiciones.
La solicitud de un microcrédito puede hacerse, normalmente, de forma online o telefónica. Y no es necesario presentar ningún tipo de documentación más allá de una cuenta bancaria, un teléfono y una acreditación legal identificativa, como el DNI, por ejemplo.
Ante la petición del microcrédito el cliente recibe respuesta a su solicitud en escasos minutos, 15 o 20 normalmente. Por lo que es una solución rápida para poder cubrir deudas pendientes o imprevistos
Cada empresa que se dedica a conceder estos microcréditos pone sus propias condiciones y límites ante la solicitud de un dinero a prestar.
Características de los microcréditos
Las ventajas de los microcréditos residen entre sus principales características:
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Cualquier persona mayor de edad puede solicitar un microcrédito.
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No se necesitan nóminas ni justificantes de ingresos para poder solicitarlos.
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Tampoco se solicitan avales ni garantías de pago.
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El papeleo, por tanto, se reduce. Lo que hace que el tiempo de concesión, también.
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No hay que justificar el destino para el que se necesita el dinero.
Pero, entre sus características también se encuentran sus desventajas, muy a tener en cuenta antes de tomar la decisión de adquirir un microcrédito:
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El tipo de interés a pagar es mucho más elevado, y puede llegar a suponer hasta un 20 o 30% del total de la cantidad prestada.
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Dichas empresas no están reguladas ni por el Banco de España ni por la Comisión Nacional del Mercado de Valores y de ahí que los intereses sean tan elevados.
Los microcréditos no son ofrecidos por entidades bancarias, sino por compañías privadas que se rigen por la Ley de contratos de crédito al consumo, encargada de regular los contratos de préstamos personales de más de 200 euros. Pero, además, por diferentes normativas:
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Real Decreto Legislativo 1/2007, de 16 de noviembre Ley general para la Defensa de los Consumidores y Usuarios.
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Ley Orgánica 15/1999 sobre la Protección de Datos de Carácter Personal.
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Ley 16//2011, de 24 de junio, de Contratos de Créditos al Consumo
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Ley 34/1988, de 11 de noviembre, General de Publicidad.
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Ley 34/2002 que regula los servicios ofrecidos por Internet y el comercio electrónico.